A lo largo de la historia ha aumentado el consumo de energía por parte del ser humano, sobre todo en el último siglo, debido al crecimiento demográfico, el desarrollo tecnológico y el aumento del nivel de vida. Este consumo se acentúa en los países ricos, los países emergentes y los países que tienen petróleo y está destinado principalmente a la industria y la agricultura, el transporte, el uso doméstico y servicios y el alimento.
Todo esto crea problemas, ya que los recursos se agotan, contaminan y crean tensiones entre los Estados. Las soluciones adoptadas para este tipo de problemas son el ahorro energético, el desarrollo de las energías renovables, el desarrollo sostenible y la eficiencia energética.
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